Si nos acercamos a algunas de las numerosas calas que forman la costa del monte Jaizkibel, nos sorprenderá la variada gama de colores que presentan las areniscas, así como las caprichosas formas que la erosión ha esculpido en sus rocas.

El color rojizo que presenta infinidad de gamas, se debe al alto porcentaje de óxidos de hierro en la composición de la roca, y las curiosas formas que en ella se dibujan a la diferente dureza de los materiales que la componen, siendo la roca rojiza más vulnerable a la erosión.

De las canteras de Jaizkibel se extrajo la mayor parte de la piedra con la que se levantaron las murallas, la iglesia y muchas de las casas del recinto amurallado. Si observamos con detenimiento algunos edificios, (se ve con claridad en la fachada Sur de la Iglesia), podemos apreciar los diferentes tipos de piedra arenisca con los que se ha construido, así como el diferente grado de erosión que han sufrido piedras que han permanecido durante siglos bajo las mismas condiciones.

 

Plantas carnívoras en Jaizkibel

Plantas venenosas

El vencejo
El rey del cielo

Akelarres

Las murallas
en pié por los pelos

Lo que los romanos se dejaron